AA.VV
Rebelde, fiestera, dueña de una impresionante riqueza cultural y hogar de algunos de los bosques más biodiversos del mundo, Centroamérica es muy joven, no solo en espíritu sino geológicamente. Emergió del océano mucho tiempo después que las dos masas continentales que la delimitan.
Los centroamericanos comparten rasgos comunes, lingüísticos, étnicos y sociales, entre ellos la importancia del maíz en su vida cotidiana y el uso casi generalizado del voseo. En su texto “El cuadrángulo norte de Centroamérica”, el escritor chiapaneco Balam Rodrigo nos explica de cuántas maneras los mexicanos del sur son centroamericanos, y lo arbitraria y forzada que resulta muchas veces la pertenencia a un Estado-nación.
Durante la Guerra Fría, Centroamérica fue un territorio estratégico para Estados Unidos, quien libró ahí varias de sus guerras subsidiarias contra la Unión Soviética. Para ello, abrió escuelas de entrenamiento, introdujo una cantidad masiva de armas y popularizó la tortura. La violencia, sin embargo, no ha terminado aún: las poblaciones que migraron al sur de Estados Unidos para escapar del infierno fueron deportadas años después, y al llegar a Centroamérica muchos jóvenes se incorporaron a las pandillas y al crimen organizado que, hoy en día, sigue diezmando ese territorio. Tal es el tema de El niño de Hollywood, el texto de los hermanos salvadoreños Juan José y Óscar Martínez.
Históricamente, las riquezas y la situación geográfica de Centroamérica han despertado ambiciones económicas y políticas, primero de las potencias europeas y actualmente de Estados Unidos, adquiriendo así un papel importante en el origen de la configuración política del mundo actual. Un ejemplo de ello es la apertura del Canal de Panamá, que marcó el inicio de EE.UU. como potencia mundial. ¿Cuál es la historia de esa obra monumental de ingeniería? ¿Cómo se originó y cuál fue su precio? El texto de Carlos Wynter Melo, “Los nombres del Canal de Panamá”, tiene las respuestas.
A pesar de la relativa independencia que estos países han conquistado, el saqueo continúa con prácticas extractivistas como la minería, las hidroeléctricas, la industria petrolera, y un turismo tan descontrolado que pone en riesgo sus hermosos humedales, sus arrecifes de coral y sus selvas. Los textos de Wilfredo Miranda Aburto y Carlos Salinas Maldonado hablan de ello, y también de las nuevas migraciones ocasionadas por las emergencias climáticas que azotan a algunas regiones como la Mosquitia.
Y es que al constituir un puente o un corredor —tanto entre el norte y el sur de América como entre los dos océanos que la delimitan—, Centroamérica se ve transitada todos los días por cientos de migrantes. En “El purgatorio” Guido Bilbao explica el caso tan particular del Darién, que constituye una frontera de la modernidad capitalista, de más en más permeable, escenario de todo tipo de abusos y situaciones dantescas. En esta edición encontrarás también un mapa con el sugerente título de “Centroamérica se mueve” que muestra la distribución demográfica, así como los flujos de humanos y animales.
¿Cuál es la relación entre Centroamérica y el Caribe? Frank Báez aborda este interesante asunto desde el universo de la música. Desde la nostalgia, Sergio Ramírez evoca la Nicaragua de su niñez, mientras que Gioconda Belli le canta a su país una canción de cuna para serenarlo.
Esperamos, querido lector, que nuestro número te haga descubrir este bellísimo territorio y comprender que, más allá de la suma de los pequeños países que conforman la franja territorial entre el norte y el sur de nuestro continente, Centroamérica es una unidad heterogénea, configurada a través de fronteras culturales, ambientales, sociales y lingüísticas muy porosas en constante transformación.