Después de una treintena de años, al finalizar en 1934 la construcción del Palacio de Bellas Artes, le fue encomendada a José Gorostiza la redacción del informe, que presentaron Alberto J. Pani y Federico E. Mariscal al secretario de Hacienda y Crédito Público, ingeniero Marte H. Gómez, sobre las obras llevadas a cabo desde sus comienzos en la época porfirista hasta su inauguración ya en épocas posrevolucionarias.
El informe incluye información histórica y presupuestal sobre el recinto y sus dependencias, y sobre todo aquello que iba a funcionar en un edificio que se ha convertido a final de cuentas en icono de la cultura nacional.