El parque urbano cobija una inmensa variedad de significados que provienen, por un lado, de la longeva y cambiante idea de naturaleza, albergada en las nociones de paraíso, campo en la ciudad y paisaje identitario. Por otro lado, es reflejo de las más moderna idea de democracia, albergada en la noción de proveer salud, belleza, cultura y espacio recreativo, a un entorno urbano en plena transformación de ciudad barroca a ciudad decimonónica industrializada, símbolo de progreso y civilización. El parque urbano es un detonador de bondades inimaginables, un lugar de la ciudad que permite crear comunidad, pero cuya fragilidad implica un gran cuidado por parte de los actores involucrados en su ubicación, diseño, construcción, mantenimiento, administración y uso.