El relativismo es indispensable para entender la realidad en la que vivimos. Sirve, digamos, de eje fundamental a la cosmovisión dominante del mundo occidental. Tanto en redes sociales como en conversaciones privadas entre amigos, pasando por medios de comunicación mayoritarios, el relativismo se ha convertido en una herramienta conceptual de obligado uso.
Del Quijote al concepto de ideología presente en el cine de ciencia ficción, pasando por el arte abstracto, la filosofía de la ciencia, la autoayuda, los estudios de género, la filosofía postmoderna, el lenguaje inclusivo, la financiarización de la economía o el desarrollo de la nueva realidad virtual, esta obra muestra cómo la realidad material va quedando poco a poco desacreditada en favor del GPS, del mapa, de la representación mental. Contemplamos, desde una perspectiva histórica, el proceso a través del cual transferimos los contenidos primordiales de nuestra vida del ámbito material al representacional; un proceso íntimamente vinculado al desarrollo del capitalismo, en el cual la precarización creciente de la sociedad es compensada por una narcotización simbólica que nos fuerza a consumir nuestros propios deseos en espacios virtuales. Se trata, en definitiva, de paliar la falta creciente de nivel adquisitivo a través de una sobrecompensación en el ámbito de lo simbólico.