Estos aforismos representan el proyecto llamado por el autor "la grandeza de lo mínimo". En consonancia con un momento histórico en el que, no pudiendo encontrar nada absoluto, el ser humano tiene que buscar, dentro de su minúscula existencia, un sentido que lo haga soñarse ante la inmensidad del tiempo y el cosmos y recupere su sentido, lo halle nuevamente. Cada vez que leemos uno de estos aforismos nos apartamos un instante del extravío contemporáneo, y concentrarnos nuestras fuerzas en tratar de unir las piezas que pensábamos separadas. Es curioso que ocurra esto con cada una de las pequeñas totalidades que aquí se presentan. Con cada línea se va configurando en el horizonte una existencia, que no sólo se formula sino que nos invita a replantearnos críticamente la nuestra. Mínimas -es así como ha decidido da Jandra llamar a sus breves iluminaciones- es un sueño que sobreviene de un mundo extinto, pues el sentido de un aforismo es dar sentido al preciso instante en el que nos hallamos, comenzar a pensar las cosas en el instante pleno de su fugacidad agónica, cuando ya no forma parte de este tiempo el que se escriban pensamientos.