Una de las señas de identidad de Guadalajara se encuentra en su arraigada tradición muralística. Desde hace cerca de dos siglos entre los tapatíos comenzó a prosperar un remarcado gusto por la pintura en paredes, bóvedas, cúpulas y otras superficies tanto en edificios públicos como privados. Tal gusto se acentuó durante la época del “Muralismo mexicano”, el movimiento pictórico más importante en la historia de nuestro país.
Murales y muralistas tapatíos trata precisamente de lo que ese movimiento dejó en Guadalajara, ponderando la importancia de sus obras más logradas, sin soslayar aquellas que no pasan de una apreciable medianía y aun de otras que de plano son fallidas. El libro es también un repaso histórico y una valoración crítica de las distintas generaciones de pintores (jaliscienses y foráneos) que empeñaron buena parte de su esfuerzo y talento (abundante o escaso) para hacer murales en la capital de Jalisco.
José Clemente Orozco, David Alfaro Siqueiros, Xavier Guerrero, José Chávez Morado, Amado de la Cueva, Carlos Orozco Romero, José Atanasio Monroy y Gabriel Flores figuran entre los protagonistas del libro, en el que tampoco faltan los muralistas de reparto e incluso de relleno.
