Mujer de letras en varias lenguas, Fabienne Bradu es un ejemplo de la forma en que la conversacio´n en torno al amor, la libertad, el arte y la literatura pueden dar sentido a las ciudades invisibles de la cultura. Casi todos los textos aqui´ reunidos han sido escritos adrede y por encargo de los curadores, organizadores de encuentros, de los autores, editores de las exposiciones ?de Robert Doisneau a Graciela Iturbide y Marcela Taboada? o de los libros ?la biografi´a de Octavio Paz escrita por Christopher Domi´nguez, el libro sobre Ge´rard de Nerval de Florence Delay o la inquietante y traviesa novela Emma de Francisco Hinojosa? para no hablar de los homenajes como, por ejemplo, el dedicado a A´lvaro Mutis. Entre li´neas, las letras de la amistad como una gui´a de vida compartida se dibujan en cada uno de los ensayos escritos en este libro que es al mismo tiempo una suerte de autorretrato con paisaje de la amable, inteligente y risuen~a inquilina de estas Residencias invisibles. Tal autorretrato en una e´poca de extinciones y devastaciones culturales como e´sta tiene no poco valor. Fabienne Bradu deja constancias en esta bita´cora de sus navegaciones de su conocimiento personal o lei´do o escrito o vivido o convivido a trave´s de la lectura con algunas de las figuras mayores del siglo xx ?como Octavio Paz, Andre´ Breton, A´lvaro Mutis, Ossip Mandelstam, Nina Berbe´rova, Arthur Schnitzler, entre otras. Esas constancias son credenciales y pasaportes capaces de abrirle las puertas de las ciudades invisibles de la cultura y del arte, pero sobre todo la de la amistad del lector. Residencias invisibles es un libro destinado a la lectura, a las lectoras y los lectores. Fabienne Bradu es una excelente gui´a por los territorios del arte y de las letras del siglo xx. De ahi´ que sus Residencias invisibles, ma´s alla´ de la utilidad que tengan para su economi´a interior y para lo que en el futuro podri´a ser parte de su testamento intelectual, funcionen tambie´n como una bru´jula dida´ctica e inicia´tica para los lectores. Muchas cosas van a descubrir en estas pa´ginas. Por ejemplo ¿quie´n y co´mo era Nadja, el personaje que inspiro´ la novela de Andre´ Breton? ¿Cua´les son las ?cinco novelas? que han marcado la vida de la autora? ¿Que´ subraya en la vida y en los libros Nina Berbe´rova? ¿Por que´ Ossip Mandelstam escribe en el viento? ¿Cua´les son los pecados y las penitencias de Simone de Beauvoir? ¿Quie´nes son los mejores lectores o lectoras de esta autora en Me´xico? Si cada uno de estos ensayos es como un puente, cabri´a decir que muchos de esos puentes miran hacia un mismo paisaje. Es el caso, por ejemplo, de Octavio Paz, figura asidua en el curso de estas navegaciones (aparece al menos cuatro ocasiones) que a veces se dan a favor de la corriente y a otras a contracorriente. Ma´s alla´ de los ?aqui´s? y de los ?entres? y ?allendes? encerrados como elixires en las a´nforas de esta cueva encantada de recuerdos del siglo, lo que esta´ en el centro de todas o de casi todas las caligrafi´as aqui´ reunidas es el amor, el deseo, la pasio´n, la vocacio´n poe´tica paralela, los itinerarios contemplativos que han seguido los estandartes reunidos aqui´ como una flotilla de barcos ebrios cuya bita´cora una´nime y tumulta´nime busca trazar esa carto´grafa y geo´grafa de los territorios sentimentales que es la entusiasta curadora de este museo de las pasiones intelectuales.