Prevalece en la opinión pública una imagen imprecisa de la vida de Alfonso Reyes. No fue un conservador, y fue mucho más que un viejo rechoncho y bonachón. Su vida fue muy intensa y en varios momentos hasta dramática. Cierto es que su padre, el general Bernardo Reyes, fue un porfirista de primera línea y luego el iniciador del cuartelazo que acabó con la vida y el gobierno de Madero; sin embargo, Alfonso Reyes rompió con la política de su familia y emprendió un difícil proceso de integración al régimen posrevolucionario mexicano. Fue un notable diplomático (en España, Francia, Argentina y Brasil) y un creador de instituciones imprescindibles para el país. Sobre todo, fue el autor de una inmensa obra literaria, a contraestilo del nacionalismo imperante, y buscó insertar la literatura mexicana en la tradición literaria mundial.
En esta biografía, apoyada sobre todo en sus páginas más personales e íntimas —cartas y diarios—, se reconstruye con total sinceridad la vida de Alfonso Reyes, cuyo mensaje y legado es más grande que su obra. Insertada siempre en su contexto cultural y político, esta biografía de Reyes pretende ser también una historia de la cultura mexicana de la primera mitad del siglo XX.