La Habana es un delirio en el torbellino de la Transición: es la única ciudad del mundo con bares gays administrados por el Estado y atendidos por funcionarios públicos, un lugar donde hasta hace poco había librerías clandestinas, una capital latinoamericana que reta a los lactófilos a pasar mil y una peripecias en su búsqueda de leche fresca, un espacio donde la santería marca la vida cotidiana, una metrópolis donde la gente viaja «en botella» convirtiendo así cada automóvil en un transporte colectivo y en una plataforma para encuentros inesperados. Todo esto y mucho más aparece en las páginas de "Teoría y práctica de La Habana", que narra escenas delirantes de la vida cotidiana en la capital de Cuba a lo lar
La Habana es un delirio en el torbellino de la Transición: es la única ciudad del mundo con bares gays administrados por el Estado y atendidos por funcionarios públicos, un lugar donde hasta hace poco había librerías clandestinas, una capital latinoamericana que reta a los lactófilos a pasar mil y una peripecias en su búsqueda de leche fresca, un espacio donde la santería marca la vida cotidiana, una metrópolis donde la gente viaja «en botella» convirtiendo así cada automóvil en un transporte colectivo y en una plataforma para encuentros inesperados. Todo esto y mucho más aparece en las páginas de "Teoría y práctica de La Habana", que narra escenas delirantes de la vida cotidiana en la capital de Cuba a lo largo del año 2015. Todo se mezcla: lo culto y lo popular, lo local y lo extranjero.