AA.VV
El panorama multireligioso mexicano ha ocasionado diversas expresiones arquitectónicas en sus espacios de cultos a lo largo del siglo XX, tanto de las que se encontraban impregnadas de la modernidad, como de aquellas que se decantaban por los estilos heredados del pasado, fueran templos, iglesias o sinagogas. A pesar de sus diferencias teológicas y litúrgicas, todas las religiones compartieron el historicismo arquitectónico, el cual se manifestó a través de estilos como el negótico, neoromántico, neoárabe, neobizantino, neoclásico, neocolonial y neoprehispánico, muchos de ellos en boga desde el Porfirismo, pero que se prolongaron durante buena parte del siglo XX: una preferencia estética producto del apego de los sacerdotes y de la feligresía por la tradición, al encontrar en el ornamento historicista el camino idóneo para la expresión de su sacralidad .