En esta obra se aborda el estatuto contemporáneo de las imágenes, la paradoja de aquello que al tiempo que nos seduce nos aterra; de aquello que en su poder de falseamiento muestra el lugar equívoco de la relación entre la mirada y lo mirado. A través de la construcción de constelaciones, el autor explora el lugar conflictivo entre la verdad y el fantasma que define la condición estético política de la fotografía y el cine: la arqueología del futuro y la pregunta por las relaciones entre deseo y horror en el régimen visual contemporáneo.