Si se pone en la balanza, ¿qué es una nacionalidad, sino un conjunto de prácticas que se organizan en torno a convenciones políticas? En México se trata de un tema recurrente que autores como Samuel Ramos, Octavio Paz o Roger Bartra han abordado. Sin embargo, ¿qué ocurre con la imposibilidad que aquella conformación de ideales nacionalistas generan en todo lo que no se adapta a tales modelos? A partir de esta pregunta el autor revisa alternativas críticas que no participan en tales conciertos de relaciones binarias. Basándose para su organización en las ideas del filósofo Roberto Esposito que acuña el término (im)política para imaginar una manera de criticar lo político como algo irrepresentable, en los ensayos contenidos en el libro se plantea la imposibilidad de un ordenamiento de lo nacional, debido a una crisis de las categorías políticas que resultan insuficientes para explicar los sucesos contemporáneos. Si bien la (im)política no se refiere a un lugar más allá de lo político, plantea en todo caso la puesta en cuestión de la unidad identitaria. A partir de ello el autor señala la necesidad de imaginar espacios en los que el reconocimiento de las alteridades y lo heterogéneo, fuese el principio de relación para que un grupo pudiera encontrar fortalezas comunes.